DÓNDE IR
Ruta Brandomil Romano
Brandomil es desde hace siglos un punto destacado en las comunicaciones. Y es que quien se dirige a Santiago de Compostela desde Muxía no puede dejar de reparar en el puente sobre el río Xallas. Pero este monumento y todo su entorno esconde decenas de secretos.
Aunque el puente de Brandomil no es romano, sí lo son sus orígenes. La aldea guarda bajo sus tierras las ruínas de la villa romana conocida más occidental del Imperio. Antes de eso, Brandomil ya estaba habitado. El castro sobre el río Xallas es el resto que nos queda de una población indígena que seguramente convivió con la llegada de la nueva población inmigrante. El nombre de alguno de estos nuevos habitantes, llegados del Mediterráneo, quedó escrito para siempre en los monumentos funerarios descubiertos. También sus cultos, en las aras dedicadas a los Lares Viais, a la diosa Fortuna o al dios galaico de la guerra Cosus. Ya desde el siglo XIX, Brandomil es foco de atención para muchos investigadores que lo sitúan en la via XX per loca maritima, que unía Braga y Astorga. Las últimas excavaciones dirigidas por Juan Naveiro sitúan el tamaño de la urbe en más de 20 hectáreas.